domingo, 18 de marzo de 2018

Tercer día del Septenario a Nuestra Señora de los Dolores



Tercer Dolor: Jesús se pierde en el templo
Daga del dolor tercero
la de pérdida y olvido
la que sabe a travesura
pues el niño se ha “perdío”
el que cumple doce años
ya adolescente judío
nuevo hijo de la Ley
asumiendo su destino
la ofrenda de juventud
al Templo de los “cumplíos”
y quedó en Jerusalén
sin retornar con los suyos
ignorándolo sus padres
regresaban muy seguros
pero le echaron en falta
entre parientes y amigos
le buscaron por dos días
con el corazón “encogío”
extenuados por la pena
deshojando los motivos
concomidos por la ausencia
tras la angustia sin recibo
dos almas de amor henchidas
desandaron el camino
lo encontraron sin tardanza
entre doctores sentado 
escrutando la Escritura
lo escuchaban admirados
¿por qué nos has hecho esto?
papá y yo te buscábamos
fue el reproche de la daga
en la dulce y frágil voz
de la madre atormentada
y la mirada del Hijo
apaciguó los pesares
pues dedicaba el tiempo
a las cosas de su Padre
sin entender lo que dijo
sosegadas sus entrañas
los padres recobran tino
tras la tempestad calmada
el dolor grabó su sello
tatuaje de los rosales
y hasta los muros del Templo
al ver su cara de Madre
de congoja se achicaron
siendo por siempre la daga
del duermevelas materno
la que espera en la butaca
sin poder vencerla el sueño
luciérnaga de blanca luz 
en las noches del invierno
caricia en la cicatriz
beso de santo ungüento
faro en la oscuridad
oasis en el desierto
abrazo que sabe a pan
en la niñez del recuerdo
las manos que son palomas
acunando los desvelos
dos anclas de espuma y sal
en el barco de los ciegos
consejera en desamores
confesora de los gestos
la de oportuna palabra
aliada de los silencios
lagrimal de la paciencia
guardiana de los secretos
atalaya siempre firme
cuando azotaron los vientos
roca donde aferrarse
de promesas y de rezos
centinela de la fiebre
cómplice de los médicos
la tirita en la rodilla
sanadora de recreos
escudo en mil batallas 
la que disipa los miedos
pues en cada pesadilla
es la heroína del bueno
la chimenea encendida
el alma de los rescoldos
filigrana de esperanza
cuando se funden los plomos
aérea orquídea vanda
acuarela de los tonos
magnolia de emperadores
esencia pura del nardo
la fragancia de nenuco
sobrevolando el patio
donde jugaba el duende
entre viñas y naranjos
peregrina por las arenas
el río besa sus pasos
y doce pinos del Coto
se hacen varales de palio
Sanlúcar escribe un poema
con la tinta del deseo
quiere decirle a la Madre
que vale su peso en oro
es la Reina de la Plaza
del mercado su tesoro
la vecina que en su nombre
lleva el pesar más hondo
el buzón de peticiones
de los madres por los hijos
el vía crucis de abuelas
agrietadas cual olivos
el joven que pasa y mira
rezando con disimulo
el portón de la Trinidad
en busca de lo “perdío”
posada “pa” gente humilde
sin dobleces ni “cumplíos”
fe sencilla sanluqueña
la fundida en el crisol
legado que dejó el tiempo
de sacrificio y tesón
siempre sin faltar Dolores
la que ha nadie defraudó
eternamente Dolores
apaciguando el pavor
guardiana del extraviado
del que ha perdido el timón
el pueblo te llama Lola
le robaste el corazón
hoy reclama una corona
para coronar tu dolor.

(3º DOLOR PREGÓN DE LOS DOLORES 2018 RVDO. P. FRAY MARTÍN ALEXIS GONZALEZ GASPAR)