Segundo Dolor: La Huida a Egipto
Si los Reyes de Oriente
adoraron
al Infante, Dios Hombre en
pobreza,
un tirano con odio y vileza
degollar los infantes mandó.
Y del fiel corazón traspasado,
las maternas delicias ostentas
y al Egipto, Señora, te ausentas
con el Hijo que al mundo salvó.
¡Por tus dolores ten compasión!
Pide y alcanza nuestro perdón.