Ha llegado el gran día. Un año más Sanlúcar se postra a tus plantas para besar tus manos, esas manos que tanto saben de peticiones y rezos, de confesiones, de promesas cumplidas, de gratitud y de perdón. Esas manos que se extienden hoy para recibir miles de besos, a las que se agarran toda la fe de un pueblo que en Tí tiene a su Madre del cielo.
Hoy nos sentimos orgullosos de haber vivido un Septenario tan intenso y tan provechoso, y de haberte contemplado en un altar maravilloso, luciendo tus mejores galas colocadas con la maestría de siempre, por tu vestidor de siempre.
Hoy se renuevan todos los recuerdos que la memoria almacena en un rincón de privilegio, en el que permanecen muchísimos hermanos que hoy gozan de tu presencia junto al Señor. Hoy volverán todos los colegios, volverá a llenarse tu iglesia de bolsas de la Plaza y será una jornada especial para todos los que te rezamos cada día.
Hoy contemplaremos absortos el mágnífico altar de besamanos que en unas horas ha levantado tu gente con tanto mimo y cariño, aunque no haya trono suficiente para cobijar a una Reina tan excelsa.
Hoy volveremos a profesar nuestra fe y la defensa de tus dogmas, y en la Función de Instituto estrenaremos una coral de voces celestiales.
Hoy es simplemente Viernes de Dolores...
