Así vivimos nuestra jornada grande, con todo el esplendor desde primera hora de la mañana.
Fue un Viernes de Dolores tan igual y tan distinto como siempre, pero con una afluencia de hermanos y devotos al Besamanos de la Señora que pocos recordábamos. Grandes colas desde primera hora para besar la mano a la Virgen, que continuaron hasta momentos antes de comenzar la Función Principal de Instituto, y que se prolongaron una vez finalizada esta.
Y qué decir del altar. El equipo de mayordomía le ha dado una vuelta de tuerca más y colocó el palio de la Virgen sin varales a modo de gran dosel. También eran novedad dos ramos de flores de talco que se situaron flanqueando a la Imagen de la Virgen, donadas por una familia de la Hermandad. Y para rematar el conjunto, un original y exquisito exorno floral.
Luego la Función Principal puso el broche de oro a un magnífico Septenario predicado por D. Antonio Jesús Jaén Rojas, con una Protestación de Fe llena de hermanos.
Mención aparte merece el apartado musical, con el gran nivel al que nos tiene acostumbrados el Coro de la Hermandad, y que este año han hecho el gran esfuerzo de montar la Coral Polifónica Nuestra Señora de los Dolores, que en la Función Principal tuvo un debut de categoría.
¿Qué más se puede pedir?
Autores de las fotografías: Óscar Torres & Juan M. Jurado