Un año más, la fe de un pueblo tomará forma de devoción en torno a una Imagen de María, que contemplará llena de dolor como azotan a su Hijo. Hoy las Misericordias del Señor se fundirán, con los Dolores de la Madre.
Hoy se cumplirán muchas promesas, se revivirán muchos recuerdos, se rezarán oraciones bajo el antifaz y desde la acera, se volverá a disfrutar y sufrir bajo las trabajaderas, se oirán magníficas saetas y exquisitas marchas en dos cuidados repertorios.
Hoy las rosas volverán a perfumar las calles y se estrenarán escudos sobre la sarga blanca y el terciopelo rojo.
Hoy Sanlúcar será testigo de la Estación de Penitencia de una Cofradía elegante que por ello no renuncia a la popularidad que conserva desde hace muchos años.