jueves, 14 de abril de 2011

Hoy es Viernes de Dolores

Yo viví el Viernes Dolores,
el día de tu besamanos,
auténticos ríos humanos
desbordados de emociones.
Fui testigo de fervores,
de oraciones musitadas
–breves plegarias rezadas
ante tu imagen bendita-
de sentimientos que gritan
el dolor de tu mirada.

El dolor de tu mirada
a la altura del maíz,
hace temblar la raíz
de la gente enamorada,
de la gente buena y sana
que de todos los rincones
llegan rezando oraciones
a tu imagen imponente,
hablando serenamente,
implorando peticiones.

Implorando peticiones,
besando tus manos santas,
postrándose ante tus plantas
y agradeciendo favores.
También piden los mayores
poderte ver otro día,
poder vivir la alegría
que tu imagen les despierta,
comprobando a ciencia cierta
tu divina compañía.

Tu divina compañía,
el dolor de tu semblante,
la tristeza palpitante
de tu mirada, María.
Yo viví la algarabía
que provoca tu presencia,
destapando las esencias
de la mayor devoción.
Preludio de la Pasión,
mi viernes por excelencia.

Mi viernes por excelencia,
que es el Viernes de Dolores,
yo recogí las pasiones
de tu infinita clemencia.
Yo recogí reverencias,
con un pañuelo bordado,
yo descompuse abrumado
las huellas de la oración,
la divina procesión
de los besos de tus manos.

Extracto del XXIX Pregón de los Dolores, pronunciado por José María Ruiz Ciatelo el 14 de marzo de 2010.