En la noche del pasado 24 de febrero, asistimos en la Iglesia del Convento de Regina a un acto que se convirtió por muchos y variados motivos en una maravilla en forma de Pregón.
Comenzó tomando la palabra el presentador del acto, nuestro Secretario Álvaro Velázquez, que en su primera y única intervención presentó a los intervinientes, así como las marchas que iba a interpretar la Banda de Música Maestro Dueñas, de El Puerto de Santa María, dirigida por Javier Alonso Barba.
Tras la interpretación de Reina de San Román, de Ginés Sánchez, tomó la palabra el presentador del pregonero, nuestro Mayordomo Juan Manuel González Campos, que lejos de enumerar el extenso curriculum del pregonero, se limitó a dar unas leves pinceladas biográficas y se centró sobre todo en el aspecto humano del padre Alexis y en su estrecha relación con nuestra Hermandad. Y además, cumplió su labor de manera extraordinaria, medida en el tiempo y en la forma, dentro de los canónes más ortodoxos que debe cumplir una presentación y además pronunciada con una soltura y una dicción dignas de todo elogio. Enhorabuena Juan, porque si tu lo quieres, serás en un futuro pregonero de nuestra Hermandad.
La Banda Maestro Dueñas interpretó seguidamente la marcha Cofradías Sevillanas, de Pedro Braña y sin solución de continuidad, Fray Martín Alexis González Gaspar comenzó su pregón con un vibrante romance dedicado al Santísimo Cristo de las Misericordias, latiguera fue la noche…
La Coral Polifónica Nuestra Señora de los Dolores interpretó el Himno del Año Jubilar de la Misericordia y el pregonero dedicó tres sonetos a la Virgen de los Dolores.
Luego la Coral fue interpretando las Coplas a los Dolores de Nuestra Señora, del Maestro Hilarión Eslava, y tras cada dolor, el pregonero fue desgranando sus versos, profundos y con un altísimo contenido espiritual en el que cada daga de dolor de la Señora, terminaba con una alusión a su Coronación Canónica.
Un pregón íntegramente escrito en verso, que huyó en todo momento del ripio y del piropo vacío de contenido. Fue por tanto, un verdadero tratado teológico de los Dolores de María, aderezado con el cariño hacia nuestra Hermandad y la devoción sincera a nuestras Imágenes Titulares.
Al concluir la pieza literaria, la Banda interpretó magistralmente la marcha Pasan los Campanilleros, de Manuel López Farfán y al finalizar, una ovación cerrada se hizo presente en la Iglesia del Convento de Regina.
En la cena posterior se volvieron a vivir momentos muy emotivos, pues el Pregonero, acompañado de su madre, recibió un rosario de plata, con la Cruz dominica y el corazón clavado por siete puñales. Asimismo, el Presentador recibió una litografía de la fachada de la Iglesia de la Santísima Trinidad. Además, el Padre Alexis se desprendió de su reloj, que le ha acompañado durante muchos años, entregándoselo a nuestro Mayordomo Juan en agradecimiento por su presentación.
Una noche inolvidable, cuajada de momentos muy especiales, donde todo quedó en familia y donde quedó patente el amor que el padre Alexis le profesa a nuestra Hermandad, su devoción profunda a Nuestros Sagrados Titulares y el cariño personal que siente por todos nosotros, que como no podía ser de otra manera, es debidamente correspondido.
Una vez más, y por tantas y tanta cosas, gracias Padre Alexis.