Otra vez ha llegado el día más hermoso del año, otra vez se ha despertado la mañana con otro color, otra vez las ilusiones se apoderan de la mente, otra vez volveremos al mismo lugar de siempre, a la hora de siempre, para ver a la Señora.
Otra vez se llenará la Iglesia de niños alborotados, otra vez el sol entrará por la puerta para rendirse ante su belleza, otra vez se posarán los besos en sus manos cargados de promesas, peticiones y agradecimientos.
Otra vez ha bajado la Virgen de su altar, porque otra vez es Viernes de Dolores.