Se le podrían aplicar innumerables
adjetivos al Pregón que pronunció el pasado sábado en la abarrotada Iglesia de
Madre de Dios nuestro hermano Jesús Guerrero, pero el que mejor le viene es el
de grande. No fue un pregón al uso, fue un pregón que sólo podría haber
pronunciado él, personalísimo de principio a fin.
Comenzó el Pregón con una hermosísma salutación a Nuestra Señora de los Dolores, y desde el principio fue
desgranando un texto colmado de profundidad y religiosidad, en este año de la Fe, con emotivas palabras para
el presentador y su familia. Fue también muy emocionante el pasaje del futuro
encuentro entre el Señor del Soberano Poder y el Cristo de las Misericordias el
próximo Sábado de Pasión o si el tiempo lo impide, en Lunes Santo. También
impresionante cuando abordó la acogida en la Trinidad a María Santísima de la Esperanza Coronada,
el Jueves Santo de 2011. Un Pregón cargado de vivencias en el seno de nuestra Hermandad, y que tuvo todos los ingredientes para ser un gran Pregón.
Al principio del acto se hizo
entrega a la Comunidad Dominica
de Madre de Dios de un cuadro de la
Imagen de Nuestra Señora de los Dolores, por su calurosa
acogida en el templo dominico, que muchos tuvimos la fortuna de redescubrir.
La presentación del pregonero corrió
a cargo de nuestro hermano José María Ruiz Ciatelo, que realizó una emotiva
semblanza del pregonero, haciendo un recorrido por sus facetas cristiana,
cofrade y belenista.
Destacar también la intervención
de la Banda de
Música Maestro Dueñas de El Puerto de Santa María, que tuvo una brillantísima
actuación, con un escogido repertorio de marchas.
La noche finalizó en la Bodega de Barbadillo, donde
tuvo lugar una cena homenaje al pregonero.
El pregonero en el momento de recibir por parte del Hermano Mayor un recuerdo del acto.
Autor de la fotografía: Álvaro Odero López
