Quinto dolor: Jesús muere en la Cruz
Al pie de la cruz estaba
mientras el hijo moría.
Todo el dolor de María
su lágrima delataba.
Por su llanto se escapaba
todo el dolor contenido,
todo el dolor escondido
dentro de su corazón.
No podía más. La emoción
a la entereza ha vencido.
Cristo en la cruz se moría
en medio de dos ladrones.
Al Padre pedía perdones
por la humana tropelía.
Y en medio de la agonía,
aunque todo lo había dado
hasta ser crucificado
y ya nada más tenía,
nos dio por Madre a María:
Todo estaba consumado.
Allí estaba agonizando
la misma gloria del cielo.
Su santa sangre en el suelo
gota a gota derramando.
La tierra se iba empapando
con el divino color
que hizo brotar una flor
sobre la yerma colina.
Era la gracia divina.
Era el triunfo del amor.
Perdió la tarde su paz
y su silencio imponente.
Tronó el cielo tristemente
y una paloma torcaz
voló asustada, incapaz
de hallar el calor del nido.
Pareció que había vencido
sobre la vida la muerte,
que ya estaba Cristo inerte
sobre la Cruz pendido.
Se había acabado el dolor
del Cristo crucificado
por tantísimo pecado.
Un exultante clamor
por el triunfo del amor
de arcángeles trovadores,
estremeció los albores
de la noche adelantada,
y allí estaba desolada
la Virgen de los Dolores.
Francisco del Castillo Tellería
Pregón de los Dolores 1990
Autor de la Fotografía: Álvaro Velázquez Díaz