martes, 19 de marzo de 2013

Quinto día del Septenario




Quinto dolor: Jesús muere en la Cruz



Al pie de la cruz estaba

mientras el hijo moría.

Todo el dolor de María

su lágrima delataba.

Por su llanto se escapaba

todo el dolor contenido,

todo el dolor escondido

dentro de su corazón.

No podía más. La emoción

a la entereza ha vencido.



Cristo en la cruz se moría

en medio de dos ladrones.

Al Padre pedía perdones

por la humana tropelía.

Y en medio de la agonía,

aunque todo lo había dado

hasta ser crucificado

y ya nada más tenía,

nos dio por Madre a María:

Todo estaba consumado.





Allí estaba agonizando

la misma gloria del cielo.

Su santa sangre en el suelo

gota a gota derramando.

La tierra se iba empapando

con el divino color

que hizo brotar una flor

sobre la yerma colina.

Era la gracia divina.

Era el triunfo del amor.



Perdió la tarde su paz

y su silencio imponente.

Tronó el cielo tristemente

y una paloma torcaz

voló asustada, incapaz

de hallar el calor del nido.

Pareció que había vencido

sobre la vida la muerte,

que ya estaba Cristo inerte

sobre la Cruz pendido.



Se había acabado el dolor

del Cristo crucificado

por tantísimo pecado.

Un exultante clamor

por el triunfo del amor

de arcángeles trovadores,

estremeció los albores

de la noche adelantada,

y allí estaba desolada

la Virgen de los Dolores.

Francisco del Castillo Tellería
Pregón de los Dolores 1990



Autor de la Fotografía: Álvaro Velázquez Díaz