jueves, 15 de septiembre de 2011

Hoy es la festividad litúrgica de Nuestra Señora de los Dolores

A las 9 de la noche tendrá lugar en nuestra Iglesia de la Santísima Trinidad una Función Solemne presidida por el Rvdo. Padre D. Enrique Soler Gil, Párroco de San Juan Grande y Nuestra Señora de la Candelaria de Jerez de la Frontera y Delegado Diocesano de Patrimonio. Como es tradicional en esta Eucaristía, se leerá la secuencia del Stabat Mater y las ofrendas serán productos típicos de la Plaza de Abastos.

El Stabat Mater es un poema medieval escrito en latín, y cuya traducción y adaptación realizada por Lope de Vega dice así:

La Madre piadosa estaba junto a la cruz y lloraba mientras el Hijo pendía. Cuya alma, triste y llorosa, traspasada y dolorosa, fiero cuchillo tenía.
¡Oh, cuán triste y cuán aflicta se vio la Madre bendita, de tantos tormentos llena! Cuando triste contemplaba y dolorosa miraba del Hijo amado la pena.
Y ¿cuál hombre no llorara, si a la Madre contemplara de Cristo, en tanto dolor? Y ¿quién no se entristeciera, Madre piadosa, si os viera sujeta a tanto rigor? Por los pecados del mundo, vio a Jesús en tan profundo tormento la dulce Madre. Vio morir al Hijo amado, que rindió desamparado el espíritu a su Padre.
¡Oh dulce fuente de amor!, hazme sentir tu dolor para que llore contigo. Y que, por mi Cristo amado, mi corazón abrasado más viva en él que conmigo.
Y, porque a amarle me anime, en mi corazón imprime las llagas que tuvo en sí. Y de tu Hijo, Señora, divide conmigo ahora las que padeció por mí.
Hazme contigo llorar y de veras lastimar de sus penas mientras vivo.
Porque acompañar deseo en la cruz, donde le veo, tu corazón compasivo. ¡Virgen de vírgenes santas!, llore ya con ansias tantas, que el llanto dulce me sea. Porque su pasión y muerte tenga en mi alma, de suerte que siempre sus penas vea. Haz que su cruz me enamore y que en ella viva y more de mi fe y amor indicio. Porque me inflame y encienda, y contigo me defienda en el día del juicio.
Haz que me ampare la muerte de Cristo, cuando en tan fuerte trance vida y alma estén. Porque, cuando quede en calma el cuerpo, vaya mi alma a su eterna gloria. Amén.
Autor de la fotografía: Óscar Torres Barba